El modelo educativo español se fundamenta en la coexistencia de una red de colegios, institutos, universidades y otros centros, públicos y privados, estos últimos en su gran mayoría católicos, y los primeros y algunos de los segundos (cuando son estudios obligatorios) sostenidos económicamente por el Estado. Ello se justifica en base a la libertad de creación de centros docentes y la libertad de elección de los padres y posteriormente alumnos garantizada por los poderes públicos mediante los denominados "conciertos educativos".
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Centro de enseñanza pública de Burgos
El reto que hoy debe afrontar la educación pública no es sólo el de la calidad, sino también el de su mera subsistencia, cuando algunos recursos materiales se derivan hacia la enseñanza privada. Aproximadamente el 36% de los alumnos de educación obligatoria están escolarizados en centros privados, y la tendencia apunta al incremento de dicho porcentaje. Pero no olvidemos como ya he dicho que la educación, igual en calidad para todos, es un derecho fundamental que no puede ser eludido por el Estado en atención a intereses particulares.
Desde la promulgación en 1970 de la Ley General de Educación hasta la Ley de 1990 de Ordenación General del Sistema Educativo, la evolución del sistema ha sido expansiva en sus magnitudes básicas: se ha aumentado el número de centros y unidades escolares por parte del Estado, el número de alumnos matriculados es creciente, sobre todo en las universidades (también los titulados en las mismas) tasas de escolarización más elevadas e incremento permanente de los presupuestos y recursos financieros. Sin embargo, también hay que ser conscientes de que, pese a todos los avances, las deficiencias del sistema español en su conjunto son aún muy marcadas si se compara con otros sistemas educativos de la OCDE (La cual actualmente destaca el retraso educativo de Andalucía).
http://www.diariodesevilla.es/article/sociedad/509902/la/ocde/destaca/retraso/educativo/andalucia.html
Aunque también hay que destacar que el informe PISA en el cual se les hace un examen a los alumnos para ver su nivel medio en su conjunto sitúa a Catilla y León como una comunidad autónoma que tiene prácticamente el mismo nivel que el de la media de los países de la OCDE.
Aunque en esto no quiere decir que el sistema educativo de un país cualifique la mano de obra (ejemplo: fracaso escolar de algunos alumnos) pero sirve como sistema de filtración aunque filtar con unos criterios que no son buenos ya que se basan mucho en la ejercitación de la memoria y seria recomendable el uso de la razón.
Por tanto, el desafío de la educación pública española, a medio plazo, es avanzar en calidad a todos los niveles (programas contra el fracaso escolar, nuevo desarrollo curricular, formación permanente del profesorado, adaptación a las nuevas tecnologías...). Pero, a corto plazo, es evitar una segregación social educativa en la enseñanza obligatoria ya que según algunos economistas, el sostenimiento con fondos públicos de los colegios privados sustrae recursos materiales y deteriora la calidad de la enseñanza en la red pública de educación.
